Hemos alquilado unas barquitas a motor sin patrón que podremos disfrutar durante varias horas. Es temprano y el tiempo está raro,un poco nublado y de vez en cuando soleado,pero eso no impide que todos nos demos un baño.
La temperatura del agua es agradable,así que una vez en el centro del lago comenzamos a acondicionar las embarcaciones para el baño...echar el ancla,poner la escalerita para subir...y sólo queda tirarse. Esta vez todo el mundo se anima y no solo a darse un chapuzón,sino a quedarse en el agua utilizando los chalecos salvavidas como apoyo para relajarse. El baño resulta delicioso.
Nos quedamos muy satisfechos del paseito en barca y emprendemos el regreso a las furgonetas.
Por la tarde subimos de nuevo a la montaña para visitar la fuente de Saint Germain,que recibe este nombre porque según cuentan, en ese lugar se le apareció el santo a alguien.
Es un lugar de especies vegetales protegidas, y en el camino,los carteles anuncian continuamente la prohibición de pisar algunas zonas.
El atardecer se presenta tímido ante nosotros y nos despide de este gran templo natural que es Mount Shasta,ofreciendonos un sobreado de color naranja sobre las montañas. Mañana emprendemos camino a San Francisco,fase final del viaje.
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