Sí, ya estamos en los EEUU. Se nota por doquier.Ellos ya se encargan de dejarlo claro,sobre todo al pasar el control de in migración...no creas que vas a entrar en el país tan facilmente!!!!
Primero analizan las huellas dactilares de tus 10 dedos de la mano y posteriormente te sacan las entretelas con preguntas que tienen respuestas evidentemente cerradas de antemano....ja ja ja...americaaaaaaa.... Tras 9 horas de vuelo hasta Charlotte..no está uno demasiado fresco para responder al interrogatorio...y sobretodo sabiendo que tenemos que enlazar con otro vuelo a Phoenix en muy poco tiempo y que ellos por supuesto no tienen prisa. Finalmente y tras algún momento de tensión.. conseguimos subir todos al avion. Cuatro horas más de vuelo interno...y exhaustos llegamos a Phoenix. Aquí son las 20 h y llevamos 15 horas de viaje. La bofetada de calor es tal como me habían contado... Nos dirigimos al lugar donde tenemos reservadas las furgonetas...aquí todo a lo grande...vaya carros!!!...y ya en nuestro primer hotel...seguimos a lo grande...las habitaciones dobles tienen dos camas de matrimonio...No obstante,...vamos a dormir tan solo unas pocas horas...pues el efecto jet lag promete hacer de las suyas.
Nos levantamos un poco trastocados...la mayoría de nosotros no ha podido dormir bien debido al desfase horario.
Tras un copioso desayuno típico americano a las 6 de la mañana...huevos,bacon,tortitas,café aguachinado...montamos en las furgos y emprendemos rumbo a nuestro priner vórtice en Sedona...
Ahora mismo conforme avanzamos por la carretera q nos lleva desde Phoenix a Sedona se pueden ver los primeros cactus tamaño gigante que auguran un paisaje desértico tipico del oeste americano...y al fondo las pequeñas colinas.
Entramos en Sedona,y atravesamos la ciudad...es un sitio en el que resulta dificil distinguir si es así por naturaleza propia o se ha creado para el turismo...parece una ciudad del antiguo oeste pero con un toque actual.
Tras una breve parada para hacer acopio de bebidas, nos
dirigimos con las furgonetas hacia Schnebly hill...uno de los vórtices energeticos del viaje y una zona cuyo paisaje promete nada más adentrarnos en el camino. Las furgonetas están preparadas para todo tipo de caminos pero aún así el pedregoso recorrido nos hace un poco penosa la ruta.
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